sábado, 19 de julio de 2008



En el Plioceno (primer mapa), cuando el paso de Panamá estaba abierto, gran parte de la corriente ecuatorial del Atlántico pasaba al Pacífico. La Corriente del Golfo era más débil pero lograba entrar en el Ártico, manteniéndolo descongelado todo el año. Al cerrarse el istmo de Panamá (segundo mapa) la corriente del Golfo se reforzó, pero al acarrear aguas más saladas y, por lo tanto, más densas, se hundían por enfriamiento (como en la actualidad) en los Mares Nórdicos y de Labrador (elipses). Se representa con línea morada la corriente profunda de retorno que se dirige al sur desde los lugares nórdicos de hundimiento. En rojo, las corrientes superficiales cálidas y en azul las frías.

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